domingo, 9 de enero de 2011

Viaje a Turquía. Konya.

El siguiente punto en nuestro viaje, el cual hicimos en autobús fue a Konya, donde ya entramos más al mundo musulmán, se hizo una parada durante el trayecto, donde pudimos degustar en un puesto a la orilla de la carretera un yogur casero al estilo de Turquía, el yogurt es más denso que el que se prepara en México, lo sirven al natural en platitos con miel y semillas parecidas al amaranto encima, acompañado con un vaso de jugo de naranja, a mi me pareció delicioso, la consistencia más densa del yogur se debe, según nos platico el guía a que se cuelgan bolsas con el yogur junto a un pino, para que las propiedades de este le den la consistencia espesa que tiene, pensé que nunca en mi vida lo volvería a probar, hasta que hace poco se empezó a vender en México llamado yogur al estilo griego, obviamente el casero turco sabe mejor.

Algo que note es que los turcos tienen mucho parecido cultural con los griegos, que sin embargo se odian cordialmente, sólo que los griegos son cristianos ortodoxos y los turcos son en su mayoría musulmanes.

Durante el viaje también pudimos ver las maquiladoras de ropa instaladas en Turquía, supongo que para vender en Europa, las tallas de ropa son etiquetadas de manera diferente en Turquía que las correspondientes en América, eso tiene que ver más que nada a que en Norteamérica las tallas son más grandes, por decir una talla mediana en América es la grande o extra grande de Turquía

Al llegar finalmente a Konya, en la entrada de la ciudad se encuentra una estatua del humorista de la edad media, llamado Nasreddin Hodja, desafortunadamente no tome una fotografía de la estatua, la cual recuerdo era muy colorida, pero les pongo una fotografía de una figura que compre de recuerdo, en el camino el guía nos empezó a contar acerca de dicho humorista, e inclusive nos contó dos cuentos, uno sobre la razón por la cual se le representa muchas veces en un burro montando al revés, la historia es la siguiente:


Un día, Nasreddin Hodja, se montó en su burro al revés, mirando hacia detrás.
Hodja, decía la gente, ¡te has montado al revés en el burro!
No, replicaba éste. No me he montado en el burro al revés.
¡Es el burro el que está mirando en sentido contrario!
Figurilla de Nasreddin Hodja

Antes de ver la estatua no me imaginaba que el humorista fuera de la edad media, pero ya al verla entendí que es un personaje no tan moderno, además me hizo darme cuenta que el sentido del humor también es algo cultural, los turcos tienen un sentido del humor parecido a los rusos, para un americano desde el Canadá hasta la Patagonía podemos reírnos de cosas parecidas,  los turcos cuentan especies de anécdotas o historias, con una enseñanza que al final te hace reír, o bien para alguien educado en nuestra cultura estará pensando ¿en que momento me rió?

Este personaje es conocido en muchas partes del mundo musulmán, sus historias han sido recopiladas en libros y traducidas a diferentes idiomas, de hecho en un mercado en Capadocia pude encontrar un libro de Nasreddin Hodja en español, recuerdo que también había uno en coreano entre otros idiomas. El libro me resulto muy ameno, por sus historias, al momento recuerdo una en la cual Nasreddin Hodja pone candados en ventanas y puertas de la entrada principal de su casa por seguridad, pero la puerta trasera de la casa la deja abierta.

Abajo pongo unas fotografías de la portada y contraportada del libro en español, así mismo una foto del mercado donde compre el libro, acerca de ello quiero comentar que si a primera vista un turco nos parece algo serio, pienso que en realidad la gran mayoría son cordiales, no te hacen pasar los malos momento de alguien que viaja por América Latina, los turcos son inteligentes, por algo su país ha sido la capital de tres imperios: el romano, el bizantino y el otomano. No creo que sean racistas, además se dan cuenta cuando alguien es tratado de manera injusta, el día que compre el libro me lo dieron si mal no recuerdo en 10 euros, pues en Turquía también aceptan euros, cuando me reuní con mi grupo en el cual casi todos hablaban español, una mexicana de esas que se creen de la alta sociedad me pregunto donde lo había comprado, la lleve al puesto supongo que el vendedor se dio cuenta que me miraba con menosprecio por mis rasgos indígenas, el señor me dijo en inglés para usted en 10 euros para esa en 15. Supongo que para ellos un descendiente de español cometió las mismas atrocidades hacia los nativos americanos que la idea que tenemos del viejo oeste con los anglosajones, además para ellos ha de ser extraordinario ver a una descendiente de indígenas americanos por sus tierras, por otro lado como se puede observar en la foto, la mayoría de los turcos son hombres guapísimos, habiendo de donde escoger para todos los gustos, desde morenos hasta rubios.






Bazar en Capadocia

Durante nuestra estancia en Konya, visitamos una mezquita, yo ya había entrado a mezquitas en un viaje que hice a Marruecos, la mezquita a la que fuimos no es muy grande, aunque si es importante se llama la mezquita de Selimiye, en la cual se inicio una corriente del Islam equivalente al budismo, de dicha modalidad musulmana son característicos los derviches, que en su danza entran en una especie de trance. En cuanto a la danza si presencie una pero fue en Capadocia, en Konya entre a visitar la mezquita, uno puede ir vestida a la manera occidental, pero al ingresar te entregan unas babuchas de plástico las cuales te calzas sobre tus zapatos, en Marruecos si te tienes que quitar los zapatos al entrar a una mezquita, para que los guardes te dan una bolsa de plástico, así que en Turquía no hay problema con tus calcetines si tienes un hoyo pero en Marruecos si tienes que ir preparado para quitarte los zapatos, agrego la foto de la mezquita, en la cual se puede ver que las personas van a visitarla vestidas de manera occidental siendo turcos.

Mezquita de Selimiye.


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