miércoles, 7 de enero de 2009

Viaje a Turquía. Capadocia. Parte III


En cuanto a artesanías por así decirlo, la primer visita tuvo que ver con la elaboración de alfombras, actividad muy propia de los países musulmanes, pues cuando estuve en Marruecos también nos llevaron a un taller donde tejían alfombras. En Marruecos las alfombras únicamente se hacen con lana, lo cual hace que los precios sean más accesibles para un latinoamericano independientemente de la calidad, en Turquía también se hacen con hilos de seda, lo cual eleva los precios exorbitantemente.
 
Durante la visita nos enseñaron todo el proceso, desde como se cultivan los capullos de seda, como se elaboran los hilos, hasta como se tejen, enseguida la foto con el guía explicando el cultivo de capullos de seda.

Guía explicando el cultivo de capullos de seda.
 
 
El taller que visitamos era una cooperativa que da trabajo a mujeres turcas, primeramente las capacitan acerca de como utilizar el telar, para luego instalarles el telar en sus casas de tal forma que en los tiempos libres, sin descuidar a su familia, elaboren sus alfombras; en las siguientes fotografías pongo las imágenes de dos artesanas turcas que en el momento de la visita estaban trabajando.

Tejedora de alfombras[1]

Tejedora de alfombras[2]

Haciendo un paréntesis cultural, como podrá observar el lector no necesariamente las turcas visten burka, de hecho existen diferentes prendas para la mujer musulmana que pueden desde cubrir a la mujer completamente, lo cual es propio de países fundamentalistas, hasta otras como el hiyab que es una especie de pañoleta parecida a la que utilizan muchas personas en países Europeos cristianos como Portugal o España, el hiyab es el que utilizan en Turquía y esto es una elección personal para las mujeres, más o menos la mitad de las turcas usan el hiyab, la otra mitad traen la cabeza descubierta, en Estambul pude ver ciertas mujeres utilizando el niqab que es otra prenda musulmana, pero según nos dijo la guía eran turistas de Arabia Saudita, pues de hecho en Turquía al existir una separación del estado con la religión las funcionarias turcas tienen prohibido vestir el hiyab durante sus funciones.
 
Otra comparación interesante es que en Turquía la prenda utilizada es el hiyab, en Marruecos es la shayla y al igual que en Turquía vestirla es una elección, igualmente en Marruecos más o menos la mitad de las mujeres usan la shayla, la otra mitad visten a usanza occidental.
 
Por otro lado, las mujeres turcas que eligen vestir la hiyab, por lo regular visten faldas largas, en Marruecos las chicas prefieren vestir pantalón, enseguida pongo unas figuras acerca de las prendas tradicionales musulmanas, y la foto de una chica marroquí vistiendo la shayla, y una turca vistiendo el hiyab, todo esto lo narro para quitar prejuicios acerca de los países musulmanes.


Prendas tradicionales para la mujer musulmana.


Mujer Marroquí vistiendo la shayla.
Mujer turca vistiendo el hiyab.
Volviendo al taller de alfombras, algunas de las tejidas con hilos de seda eran muy hermosas, y pensé por lo menos compro una del tamaño de una carpeta, pero cual va siendo mi sorpresa que dichas carpetas tenían un precio de 3,000.00 euros; en aquel tiempo el euro estaba cotizado en 20.00 pesos mexicanos, así que un tapete del tamaño de un mantel para comer costaría $60,000.00 pesos mexicanos, lo cual estaba fuera del alcance para cualquiera de los miembros del grupo de turistas, el cual estaba compuesto por latinoamericanos mayormente de Argentina, de Brasil, unas cuantas familias mexicanas y una chilena. Ni los brasileños que del grupo eran los más pudientes pudieron comprarse algo, supongo que ese tipo de trabajos únicamente los pueden comprar los turistas de Arabia Saudita, pero eran muy hermosos así que me conforme con tomarles unas fotografías que comparto.
Tapete de seda[1].
Tapete de seda[2].
Tapete de seda[3].
 
También nos enseñaron las alfombras hechas de lana, la calidad de dichas alfombras tiene que ver con el número de nudos contenidos en un área, a mayor número de nudos mejor es la calidad, es decir los nudos se hacen más pequeños. Estas alfombras tenía precios más accesibles pero por arriba de los precios que uno puede encontrar en Marruecos, a pesar de que allí el regateo es más arduo; como yo ya tenía mi alfombra marroquí, no compre una turca, abajo la foto del salón donde nos mostraron las alfombras.


Muestra de alfombras turcas.

Algo importante en las costumbres de hospitalidad de los países musulmanes, es que cuando uno llega de visita, como en este caso a la cooperativa, es común que ofrezcan algún té para beber, en Turquía ofrecen té de manzana para el turista, para la vida cotidiana toman té negro, en cuanto al té de manzana no me gusto porque es té en polvo, es decir ya está industrializado, en Marruecos el té que sirven es té verde natural y caliente el cual al momento de servirlo le ponen hojas de menta, lo cual hace que la bebida sea riquísima, es decir en Marruecos el té es más natural, aunque en ambos países el té no lo beben en taza, lo beben en vasos de vidrio.

En la región también visitamos un taller donde trabajan la turquesa, de igual forma que en el sur de México, la encargada de darnos la visita fue una chilena, que parecía mexicana, que tenía ya muchos años viviendo en Turquía, fue bueno porque ella nos contó acerca de la forma de ser del turco, los cuales al parecer tienen obsesión por el trabajo, pero a diferencia de los latinoamericanos ellos son más productivos.

Nos explico el proceso de elaboración de joyería con turquesa, había muchas piezas muy bonitas, yo me compre unos aretes pequeños en forma de margaritas, los cuales pienso heredar a alguna de mis sobrinas para que los usen en ciertas ocasiones, dichos aretes nunca los he usado porque los considero especiales, a pesar de que fueron caros el costo era accesible para alguien de clase media, no como las alfombras de seda.

Otro taller el cual visitamos tenía que ver con artículos fabricados artesanalmente con cuero, pues en Turquía también se trabaja el cuero para la confección de chamarras, las cuales se exportan a Europa, algunas muy bonitas, sobre todo recuerdo una de distintos tonos de color café con beige, pero no la compre, porque también eran algo caras, aunque no tenían un precio exorbitante.

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